
La palabra Karma, viene de la raíz sánscrita “kri”. Literalmente significa ritual, acto, palabra, hecho o ceremonia. El Karma significa que cada acción, conlleva una consecuencia. La Ley del Karma, nos enseña que cualquier cosa que hagamos en esta u otra vida, tendrá una reacción, dependiendo de nuestras acciones buenas o malas. Ejemplo: Si soy abundante y comparto con los demás mis riquezas, la ley del Karma traerá mucha más abundancia. Si eres avaro en esta u otra vida, tarde o temprano tendrás que vivir las consecuencias de la pobreza. El Karma es el proceso que asegura la evolución de la conciencia. A muchos les parecerá familiar el concepto del Karma, o por lo menos la palabra. El Karma es a lo psíquico lo que la tercera ley de Newton es a lo físico: “Cada vez que un objeto ejerce una fuerza en un segundo objeto, ésta ejerce otra fuerza igual y opuesta en el primero”.
La ley del Karma, es una oportunidad para hacer de nuestras vidas un viaje creativo, desde el vientre materno, hasta la tumba y nuevo nacimiento. El Karma no es un destino fijo inalterable, es también libre albedrío y hasta cierto punto lo que hagamos con él, depende de nosotros. El Karma es una ley sutil, no es un mecanismo, es más bien un proceso de una secuencia de acciones que conducen hacia una resultado definido. Las buenas acciones se van sumando, por pequeñas que sean y van creando una evolución de alma en le individuo que le permitirá liberarse de la rueda kármica (muerte y nacimiento) para adelantar a planos, esferas o planetas de mucha más alta vibración y aprendizaje. Si en cambio, el alma del individuo se resiste a mejorar y abusa de su hermana humanidad y de los recursos naturales de su planeta, entonces se verá forzado a regresar innumerables veces y vidas a la misma situación hasta que aprenda.
Ejemplo: Si tú te vas de esta vida odiando a alguien, entonces te la volverás a encontrar en tu próxima vida y seguramente como alguien de tu familia, ya sea padre, madre u esposo(a). Porque hasta que no se hayan limpiado todos lo eventos, no se puede pasar a otra cosa. Así que hay que ser totalmente impecables, cerrar ciclos, trabajar honradamente, amar sin reservas, decir aquello que el corazón desea expresar.... porque de otra forma tarde que temprano la vida nos volverá a poner en el mismo lugar hasta que se cierre ese ciclo perfectamente. Lo mismo cuando piensas en carencia, pobreza, envidia o pereza, no pasa mucho tiempo antes de que empieces a experimentar pérdidas, enfermedad y confusión, porque a cada pensamiento también le sigue la reacción.
Si te ha tocado una vida difícil, quiere decir que llegaste al planeta con un Karma pesado creado en otras vidas. La mejor manera de deshacer ese Karma y crear uno nuevo y mejor, es resolviendo y afrontando nuestra vida actual con total aceptación y amor incondicional hacia nosotros mismos, ya que somos almas que están evolucionando y necesitan pasar por todos esos aspectos humanos antes de llegar a un nivel mayor de conciencia para empezar el camino de regreso hacia la morada del padre celestial, o hacia la propia iluminación.
Las filosofías profundas aseguran que al morir, vienen los seres de luz a recogerte y llevarte con los señores del Karma, quienes te muestran la película de toda tu vida y en la que se planea tu regreso a la tierra o a otro planeta de mayor evolución. Ellos junto contigo diseñan tu próxima vida, según lo que tengas que aprender.
Entonces tú escoges a tus padres, hermanos y amores, para que a través de ellos puedas tener las experiencias que necesita tu alma. Así que si no te gusta tu familia o amores... simplemente te recuerdo, que tú la escogiste y que debes agradecerles el haber aceptado el pacto para tu aprendizaje.